LOS DESAFIOS INVISIBLES DE LA DANZA: CLASISMO, LESIONES Y NEGLIGENCIA

(Alcolea, 2023)

Introducirnos en el mundo de la danza es un viaje apasionante, lleno de belleza y arte, pero no está exento de desafíos y obstáculos. Los bailarines, con su capacidad y expresión artística, se enfrentan a una serie de problemas que pueden afectar su salud física, mental y emocional, así como a su carrera. Desde lesiones que los deshabiliten, hasta la presión constante de cumplir con estándares estéticos; los bailarines luchan por superar una serie de desafíos en su búsqueda de la perfección y la autenticidad en el escenario. En esta exploración, analizaremos los problemas a los que se enfrentan los bailarines, arrojando luz sobre las realidades detrás de los movimientos y su presencia en escenarios.

Uno de los problemas más presentes a los que se enfrentan son las lesiones. Independientemente del tipo de danza que se realice, conlleva flexibilidad, fuerza y resistencia, así como largo tiempo de ensayos y entrenamiento que llegan a ser muy exigentes para el cuerpo de un bailarín, sobre todo en sus músculos y articulaciones. Las lesiones que se derivan de la danza pueden llegar a estar presentes en cualquier persona sin importar su edad. Los esguinces de tobillos, hombros, rodillas; así como espasmos, dolores de espalda y lesiones en articulaciones como en la cadera, llegan a ser bastante comunes en el mundo dancístico. Sin embargo, existen muchas acciones que los bailarines pueden realizar para ayudar a prevenir lesiones durante su entrenamiento y en los hábitos cotidianos.

(Portaledomex, 2020)

El cuerpo de un bailarín es una herramienta esencial para aquellos que se dedica a la danza de manera profesional por lo que, en ocasiones, por mucho que cuiden su cuerpo, llega a haber ciertas lesiones a lo largo del tiempo, siendo inevitables.  Además de diversas lesiones que se pueden desarrollar a largo plazo por la actividad física tan exigente que conlleva la danza, muchos bailarines padecer trastornos alimenticios, como anteriormente lo habíamos mencionado en este blog, como anorexia, bulimia y vigorexia. Esto al tener que ajustarse a ciertos alineamientos que deben seguir en determinadas disciplinas, llegando delgadez extrema.

La danza profesional se enfrenta a diversos problemas de inestabilidad laboral. La precariedad laboral es uno de los desafíos más significativos a los que se enfrentan los bailarines a lo largo de sus carreras a pesar de su dedicación y talento, ya que muchos bailarines luchan con la incertidumbre y la variabilidad de empleo en la industria dancística, esto es debido a que, en ocasiones, los contratos de trabajo son temporales y limitados en duración, por lo que los lleva a una inestabilidad económica. Así mismo, existe mucha competencia debido a la gran cantidad de bailarines que buscan los mismos papeles, al igual que la presión de edades, ya que a medida que vas envejeciendo, es más difícil que realices los mismos movimientos que antes.

El racismo en la danza es una problemática que persiste en la comunidad artística. Se manifiesta a través de estereotipos raciales, falta de diversidad en compañías y producciones, casting discriminatorio y coreografías culturalmente insensibles. Esto limita las oportunidades para bailarines de diferentes orígenes étnicos y contribuye a la falta de representación y equidad en la danza. Para abordar el racismo en la danza, es esencial promover la diversidad, la inclusión y la sensibilidad cultural en todos los aspectos de la industria, fomentando un ambiente en el que todos los bailarines sean valorados y respetados sin importar su raza u origen étnico.

Los problemas a los que se enfrenta un bailarín son diversos. Desde lesiones físicas hasta la presión por la apariencia, la competencia feroz y la inestabilidad laboral, los bailarines deben superar una serie de obstáculos en su búsqueda de la perfección artística. A pesar de estos desafíos, los bailarines continúan dedicando sus vidas a esta forma de expresión, impulsados por su pasión y amor por la danza. Para afrontar estos problemas, es fundamental contar con un fuerte sistema de apoyo, tanto físico, emocional y financiero. Los bailarines necesitan cuidar su salud física y mental, nutrir sus habilidades y oportunidades, y mantener su enfoque en la autoestima y la autoaceptación.